Yoga, niños y niñas

Hola!

Hoy me gustaría analizar cómo podría ayudarnos una actividad tan milenaria como el Yoga al desarrollo motor, físico e intelectual del niño o niña.

Hacia 1960 y principios de 1970, los niños y niñas podían jugar libremente frente a sus casas. España era un país en reconstrucción, todavía, en Galicia sobre todo, y esto suponía que el tráfico rodado era escaso y el número de carreteras era muy inferior al que existen hoy en día. Esa facilidad que tenían aquellos jóvenes para jugar, dar paso a una imaginación enorme para jugar con pocos argumentos materiales. Esto se traduce en un mayor desarrollo social, intelectual y físico de los niños y niñas.

En la actualidad nos encontramos con que hemos avanzado tanto a nivel estructural, tecnológico e incluso económico, que nos olvidamos de donde veníamos y qué había de bueno en aquella situación (dentro de las circunstancias). Hoy por hoy es difícil ver a varios niños/as jugando en la calle o realizando actividad física más allá de la obligada por actividades extraescolares, escolares o obligaciones parentales para evitar el sedentarismo.

Esta dinámica nos conduce a una realidad: la población infantil española (lee esto) se encuentra en niveles de sedentarismo preocupantes.

No es sencillo dar una solución a este problema y más, cuando existen elementos que no se han permitido desarrollar de forma natural. Estudios científicos aparte, por experiencia propia, puedo decir que el desarrollo motor de los niños y niñas sedentarios es más lento que aquellos niños y niñas que vivan en el rural gallego por ejemplo. El hecho de vivir rodeado de obstáculos naturales, de salir de casa y poder jugar libremente sin peligros, realizar ejercicio en casa o realizar rutinas en el medio natural de forma autónoma permite que exista un desarrollo más natural.

¿De qué forma puede ayudar el yoga a la población infantil de hoy en día?

Debemos partir de la base de que el Yoga, en consecuencia con las enseñanzas escritas de Patanjali, definían aprendizajes que hasta el siglo XIX no fueron desarrollados por la psicología y posteriormente aplicadas por la pedagogía.

El yoga puede practicarse en casa y en cualquier lugar, incluso algunas de sus series (ásanas) van a suponer un estímulo enorme para la infancia.

El equilibrio y la coordinación tienen implicaciones cognitivas esenciales en el desarrollo y el comportamiento motor humano. Si somos capaces de combinar esta actividad con la premisa de «aquí y ahora», ser capaces de centrarnos en lo que hacemos, estaremos realizando un doble trabajo con los niños y niñas:

  1. Trabajo físico y motriz
  2. Trabajo cognitivo en relación a la concentración

Estos dos elementos, como mínimo, están presentes en cada serie del Yoga Tibetano (Jamyang Yoga) y en consecuencia, debemos valorar que por mucho que evolucionemos, debemos recordar de dónde venimos:

La evolución del ser humano termina cuando se olvida de dónde viene y dónde se encuentra. Sin referencias no existe progreso.

Recuerda, es esencial estimular al niño/a durante su infancia. Debemos procurar que realice actividad física de forma libre y que esta le permita relacionarse a nivel social.

http://www.luisvilela.es